La gran huelga de la construcción asturiana de 1977, a debate

huelgalibroAlberto Rosón (Olloniego, 1957) presentará en la I Feria del Libro Anarquista de Asturias (Gijon 4,5 6 y 7 de septiembre) su libro sobre la huelga de la construcción en 1977, Este autor relata los pormenores de la gran huelga de la construcción en Asturias de ese año en el libro La huelga de la construcción asturiana en la transición española, “Los sindicatos cumplieron el papel moderador que permitió frenar el movimiento obrero e introducir las reformas económicas estabilizadoras”,sostiene Rosón en su obra. El autor hablará de su obra el viernes 5 de septiembre a las 8 de la tarde, en los bajos de la Casa del Pueblo de la CNT de Gijón (entrada por calle Llanes).

El papel del movimiento obrero en la transición española ha sido infravalorado, sostiene Alberto Rosón, que fue en 1977 secretario regional de propaganda y formación de la CNT en Asturias explica que aquella huelga,afectó a 30.000 familias asturianas durante cien días en 1977 y que los partidos de izquierda y los sindicatos identificados con tales fuerzas políticas cumplieron el papel de frenar el combativo movimiento obrero español en el contexto del pacto social que alumbró un modelo de transición posfranquista fundamentada en la evolución y no en la ruptura.

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Camino de la autogestión

Comunicado de CNT Oviedo ante la manifestación del sábado 17 de la Asamblea de Trabajadores en Lucha

images (19)No volverán los “felices” años 2000. El consumismo, facilitado por los créditos baratos, se terminó. El obrero que se creía “clase media”, es parte del pasado. El paro seguirá alto, los salarios bajos, y las deudas del Estado y de la Banca piensan hacérnoslas pagar con impuestos. Después de esta crisis vendrá la siguiente. El capitalismo es así. Las empresas cierran o se van cuando les parece a quienes las dirigen. Los empresarios y los gobiernos ya no temen a los obreros porque estos solo aspiran a vivir mejor, o sea, a consumir más. El obrero no aspira a arrebatar al Estado y a los Capitalistas los medios de producción, solo quiere migajas.

En la CNT seguimos sosteniendo que hay que expropiar al Estado y a los Capitalistas los medios de producción. Esos medios tienen que ser propiedad de toda la población. Además pensamos que la gestión de las empresas debe llevarse a cabo por las personas que trabajan en ellas: a eso lo llamamos autogestión.

 Por otra parte, las decisiones sobre los asuntos públicos que hoy toman los políticos en Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas, etc. han de ser tomadas por ASAMBLEAS DE BARRIOS Y PUEBLOS abiertas a la población en general. No necesitamos políticos para nada; y para que nos roben, menos aún

 Todo esto se podrá hacer cuando una parte suficiente de la clase trabajadora madure y asuma la responsabilidad que un mayor grado de libertad conlleva. autogestionar empresas exige implicación y responsabilidad. Las empresas se levantan y modernizan con el capital producido por generaciones de trabajadores a quienes se arrebata la mayor parte del producto de su esfuerzo, que es acumulado por otros. No hay que dejar la gestión de las empresas en manos de otros porque esos otros mirarán por sus intereses, no por los tuyos.

 Decidir sobre los asuntos públicos por medio de asambleas exige implicación y responsabilidad de una parte suficiente de la población, pero dejar los asuntos públicos en manos de los políticos nos ha traído 1.700 causas judiciales por corrupción y un déficit, la deuda del Estado español, de casi un billón de euros.

 El régimen de la democracia ha conseguido usurpar a la gente su poder de decisión sobre los asuntos de la vida social a través de las asambleas, que tanta fuerza tuvieron en los últimos años del franquismo y primeros de la Transición como forma de decisión y organización autónoma. El abandono de la propia responsabilidad, delegándola a través del voto en las elecciones, ha provocado un estado de sumisión general de la población que sigue los mandatos del Poder (políticos y empresariado) con una obediencia servil que traga con todo lo que le echen. Hasta que a uno o una no le pinchan directamente, no salta. Y aún así, lamentablemente en muchos casos, con una actitud vacilante cuando las cosas se ponen feas.

 Sin embargo, desde la CNT saludamos la actitud resuelta contra la claudicación que en los últimos meses viene animando en Asturias las luchas de los trabajadores que han enfrentado el miserable destino al que sus patrones quieren empujarlos. Celebramos también la ruptura con el modelo impuesto por la sindicalería ejecutivista a través de la fórmula de los comités de (la) empresa y la recuperación de la asamblea como método genuinamente proletario para la decisión y la organización de sus luchas.

 Protestar contra los Eres, defenderse de las medidas que se nos quiere aplicar a los trabajadores, nos parece lógico. Pero también hemos de criticar ciertas “querencias” adquiridas con el modo de entender la movilización obrera por el sindicalismo “representativo” e incluso el llamado “combativo”. Nos referimos a las manifestaciones rutinarias, a las cansinas procesiones con rogativas a “las alturas”, los aburridos desfiles tras los pendones, pancartas, banderolas y demás catering de la parafernalia reivindicativa, el coro de las consignas rituales que lanza el megafonante de turno, para ir a parar delante del púlpito donde los celebrantes convocantes entonan su sermón y nos mandan para casa con el “podéis ir en paz”. Mejor nos vendría emplear tiempo y esfuerzo en concentraciones que interrumpan la placidez en que vegetan nuestros amos, o en asambleas abiertas con micrófono libre para ir recuperando la desaparecida conciencia de clase y generar cultura proletaria.

 El camino hacia la autogestión social se hace al andar. Autogestionando también las propias luchas y las formas en que se dan, desde las asambleas a las ocupaciones de los centros de trabajo. Con imaginación y con audacia.

Sindicato de Oficios Varios de Oviedo CNT-AIT

 

Que prenda la llama de la guerra social

Pedro Pablo Bazán

images (19)Una nueva forma de lucha obrera está recorriendo Asturias, las ‘Asamblees de trabayadores en llucha’ están llevando la enterrada guerra social a su origen, es decir, a la acción directa, son los trabajadores en lucha, los que a través de sus asambleas marcan los pasos a seguir.

No son los comités ni los sindicatos ni mucho menos las federaciones de industria de ciertas organizaciones, nada sindicales por cierto, las que están marcando la ‘hoja de ruta’.

Las asambleas que están surgiendo en aquellas empresas con conflictos, han decidido usar una forma de lucha que daba resultados cuando el proletariado era una clase que luchaba por sus derechos y por la transformación de la sociedad y no una clase que solo piensa en consumir.

¿Trabajar para vivir? ya no, ‘trabajar para consumir’, ese el lema de los nuevos tiempos.

Los trabajadores han decidido que tomarán sus decisiones en asamblea, que no delegaran esa responsabilidad en nadie más; los comités y los sindicatos estarán entonces para ejecutar tales decisiones, volverán a la función que siempre deberían de haber tenido.

Los comités de empresa, que aún siguen siendo pantomimas e imitaciones de la política parlamentaria, deberán convertirse en órganos de ejecución y comunicación de las decisiones de los trabajadores, deben dejar de ser los órganos de decisión para pasar a ser simples conjuntos de delegados, nombrados directamente en asamblea, con mandato imperativo y revocables por la asamblea que los nombró en cualquier momento. Sin subvenciones que nos atan al enemigo, sin liberados, sin ‘horas libres’ que puedan utilizar como quieran sin dar explicaciones. Ya no se debe volver a oír aquello de ‘me quedan cinco días de horas sindicales, haber si las gasto antes de que acabe el año’ (hecho verídico ocurrido al que esto escribe).

Los sindicatos deberán ser simples formas de organización obrera, recuperar el significado original de la palabra Sindicato: del griego συνδικος syndikos, y este del prefijo συν- syn-, ‘con’, y δικειν díkein, ‘hacer justicia’.

Es decir, formas de organización entre iguales cuya meta es ‘Hacer Justicia’. En un entorno laboral serán por tanto: las organizaciones obreras cuya finalidad es la ‘Justicia Social’.

Ni empresas, ni chiringuitos, ni hostias.

Los ¿sindicatos?, aquellos que hicieron de la ‘paz social’ su forma de actuar, los que se convirtieron en apéndices del Estado, en ‘apagafuegos’ de la Patronal, en grandes empresas con miles de asalariados al firmar los ‘Pactos de La Moncloa’ (1977),  punto culmen de ‘La Transacción’ entre la etapa tardofranquista y el postfranquismo actual, los que en teoría ‘prestan servicios a los trabajadores’, y bastante males servicios deberíamos añadir, esos ‘sindicatos’ -sic- deben ser final y totalmente desenmascarados.

Estos pseudo-sindicatos ya están viéndole las orejas al lobo, al lobo de la lucha de clases que está volviendo, cuando hacen declaraciones del tipo de las de Justo Rodríguez Braga (Secretario General de la U.G.T. en Asturias) cuando afirma que: «Estamos perdiendo representación, y también la afiliación cae ligeramente»; lo que según él va unido al «auge de los ‘sindicatos asamblearios’»; por lo que sigue afirmando que «El populismo gana terreno» y «que los extremos se tocan». (La Voz de Avilés, 26 de Noviembre de 2013). Que patética forma de quitarse la careta.

En  Arcelor, hartos de sindicalismo pactista: ‘Los trabajadores de producción han comenzado a organizarse al margen de los sindicatos utilizando las redes sociales por miedo «a que vuelvan a entregarse a la empresa»’.

«Estamos hartos de trabajar más y cobrar menos cuando la fábrica está ahora a pleno rendimiento, mejor incluso que antes de la crisis», según un colectivo de trabajadores de la gran siderúrgica. Los trabajadores sienten desamparo por parte de los sindicatos. «No hacen más que templar gaitas», se lamentan. En medios sindicales, sin embargo, entienden que las cosas «tienen sus tiempos». (La Nueva España, 11 de Abril de 2014).

El Comité de Arcelor (formado por la U.G.T., las CC.OO. y la U.S.O.) parece empezar a temblar cuando afirma que: Los carteles de convocatorias «sin firmar» y los llamamientos a través de las redes sociales «los capitaliza un sindicato sin representación», indicó un líder sindical en la fábrica de Avilés, en alusión a la C.S.I. «Toda la plantilla de Arcelor eligió al comité que quiso. Y digo toda porque la participación en las elecciones sindicales fue casi absoluta y ellos no estaban», recordó otro representante en el comité. «La C.S.I. carece de representación y busca lograrla por la vía torcida», añadió un tercer representante consultado.’  (La Nueva España 12 de Abril de 2014).

Si toda la plantilla de Arcelor eligió al Comité que quiso, ¿qué problema ven ellos?. Si a ellos les votaron seguirán sus órdenes, ¿verdad?. ¿De eso se trata no? Ellos me votan, yo digo lo que hay que hacer.

Quizá el sobradamente conocido tema de: ‘Para trabajar en Arcelor (como en otras empresas asturianas, minería principalmente) hay que estar afiliado a: (ponga el nombre de cualquier sindicato perteneciente al Comité anteriormente citado)’ tenga algo que ver con que siempre sean los mismos los que salen elegidos en unas patéticas, secretas e indirectas formas de elegir a delegados con libre albedrío.

Las elecciones sindicales y esos grandes días previos donde las promesas se hacen por doquier y los: mecheros, camisetas, bolis, gorras, etc. de los sindicatos verticales inundan los centros de trabajo. La política parlamentaria reproducida a nivel social.

Tiempo es que todos los miles de afiliados de estos ‘sindicatos’ -sic- rompan sus carnés y los arrojen a la hoguera que se está prendiendo al calor de los acontecimientos.

En algunas plantillas la vieja táctica de la división aún funciona, el ofrecer a unos una solución y a otros otra más ventajosa (fuera de la Asamblea por supuesto), hace que la plantilla se divida y la lucha fracase. Para evitar estos casos debe recuperarse el espíritu de clase, aquel que grita en mayúsculas:

 

SOLIDARIDAD Y APOYO MUTUO

Los otros sindicatos, a los que llaman despectivamente ‘minoritarios’, los verdaderos sindicatos, los sindicatos de clase, deben romper cualquier lazo que aún mantengan con el Estado y sus instituciones, porque el Estado-Capital es el verdadero enemigo a vencer y por lo tanto no se debe sustentar ninguno de sus pilares o correremos el riesgo de ser sepultados bajo ellos, abandonar cualquier burocracia, interna o externa, no estar ligados a ninguna fuerza política, ya que estas por naturaleza desvían su actuación y deben convertirse en la herramienta que usen los trabajadores para poner en práctica sus decisiones, ser la chispa que prenda la llama que haga arder la paz social, y su lema debe ser común:

 

UNIÓN, ACCIÓN Y AUTOGESTIÓN

Es necesario también advertir sobre el doble juego de alguien a quien hay que considerar siempre oportunista y mentiroso por naturaleza: los políticos. Los que en tiempos de conflicto apoyan, admiran y se comprometen a ‘lo que haga falta’ con los trabajadores, principalmente si están en la oposición o si no depende de ellos la solución, de lo contrario siempre están y estarán del lado enemigo, del lado del Patrón. Libres son de apoyar y de ‘intentar ayudar’ pero los trabajadores nunca deben confiar en ellos ni mucho menos dejar su lucha en sus manos.

Un ejemplo claro de las dos formas de tratar un conflicto laboral similar según que táctica se adopte, lo podemos ver en Gijón, en el lapso de un año, entre el conflicto de Suzuki y el de Tenneco. Vean y juzguen.

La globalización, las deslocalizaciones, los despidos masivos y cierres en empresas con beneficios millonarios… ya todo es posible, la libertad e impunidad es total.

La lucha obrera, la guerra social, debe estar en manos de los trabajadores siempre, si es así veremos los resultados que se obtienen, a veces no serán buenos, pero siempre podremos ir con la cabeza bien alta, no como los avestruces que siguen a pies puntilla las consignas que les marcan.

Este el primer paso, tenemos que seguir el camino, ser fuertes y estar preparados para el colapso que ha de llegar.

 

Movimiento asambleario y frentismo obrero en Asturias

images (7)En los últimos meses, en Asturias, hemos sido testigos de algunos casos de conflictos laborales que se están resolviendo desde las asambleas de trabajadores y al margen de los sindicatos pactistas. Tal es el ejemplo de Tenneco, en Gijón, en donde una asamblea ha conseguido tirar abajo un ERE forzando (sentencia judicial ganada de por medio) a la empresa a reactivar la producción.

Ha sido una gran victoria para los trabajadores organizados al margen de los comités de empresa. Esta tendencia se está extendiendo por otros centros de trabajo. En Arcelor, por ejemplo, los trabajadores se están organizando al margen de los sindicatos y han conseguido, bajo la amenaza de la huelga, hacer sentar a la empresa para  evitar un empeoramiento de las condiciones laborales (turnos y horarios). Para los sindicatos pactistas esta dinámica es peligrosa, porque les deja con el culo al aire y demuestra lo que a estas alturas sabe todo el mundo, que comités, delegados y funcionarios sindicales, no defienden a los trabajadores, sino a sus propios intereses de casta, a sus negocios y a sus puestos bien remunerados.

Los trabajadores tienen ahora el ejemplo (en ambos casos victorioso) de que la fuerza de la asamblea es realmente la que sirve para presionar a la patronal. Para los anarquistas este es el modelo a seguir, la organización asamblearia, sin jefes ni delegados. Es, sin embargo, una cultura hoy por hoy, difícil de entender por muchos trabajadores acomodados que prefieren delegar y dejar a otros las negociaciones. Ese delegacionismo es siempre el principio del fin y hay que estar alerta de que esas asambleas espontáneas no se autodestruyan por la falta de participación de los trabajadores, por el cansancio en la lucha o por la generación, en la dinámica del conflicto, de lideres y «representantes de la asamblea.

Paralelamente vemos en Asturias el surgimiento de un «frentismo» obrero aparentemente ajeno a los poderes sindicales. Si bien es cierto que es ajeno a las centrales grandes, si hay detrás intereses de sindicatos minoritarios y que, bajo el título de «combativos» tienen un funcionamiento ejecutivista, admiten los comités de empresa (y participan) y por tanto están legitimando el actual modelo sociolaboral impuesto por la burguesía desde los Pactos de la Moncloa que persigue la domesticación de la clase obrera.

Junto a esta «vanguardia» del nuevo frentismo obrero asturiano se suman algunos elementos marxistas que, al carecer de referente sindical, ven en este nuevo movimiento asambleario, la posibilidad de penetrar en él para manipularlo y dominarlo, algo que siempre se les dio muy bien a los comunistas autoritarios. Apoyaremos todos los movimientos asamblearios de verdad, que surjan de la base, que tengan un carácter combativo y que no caigan en los vicios de las estructuras verticalistas y autoritarias. Pero denunciaremos las maniobras de las «vanguardias» que buscan siempre aprovecharse de la fuerza imbatible que generan los trabajadores que luchan desde los planteamientos de acción directa y la solidaridad.

Viva la lucha obrera, viva el asamblearismo.

Marcelo Latorre

Los trabajadores de Arcelor se organizan en asamblea al margen de los sindicatos

Las vacaciones de verano y la negativa de la compañía Arcelor a contratar 400 eventuales tensa las relaciones laborales en las fábricas asturianas del grupo industrial de Lakhsmi Mittal. Los trabajadores de producción han comenzado a organizarse al margen de los sindicatos utilizando las redes sociales por miedo «a que vuelvan a entregarse a la empresa». Y es que el convenio colectivo en Arcelor concluye a finales del próximo año. «Estamos hartos de trabajar más y cobrar menos cuando la fábrica está ahora a pleno rendimiento, mejor incluso que antes de la crisis», según un colectivo de trabajadores de la gran siderúrgica. Los trabajadores sienten desamparo por parte de los sindicatos. «No hacen más que templar gaitas», se lamentan. En medios sindicales, sin embargo, entienden que las cosas «tienen sus tiempos». Más información

La FAI galaica ante el Primero de Mayo

 Porque la democracia es el estado, el estado el capital, y aquél la causa y la consecuencia de la injusticia y el desorden impuestos a la sociedad.


fai

En el estado español hay mas de dos millones de niñ@s en riesgo de pobreza y exclusión social, más de 3 millones de personas son pobres y no perciben ningún tipo de subsidio, y en más de un millón de hogares tod@s sus miembros están en el paro.

El desempleo juvenil llega al 55%, el 43% de los nuevos empleos tienen una duración inferior al mes, y los escasos contratos indefinidos son a tiempo parcial. La pobreza es una constante.

El estado y los sindicatos mayoritarios han causado esta situación y han aumentado el número de personas desempleadas hasta llegar a los 6 millones, pactando reforma tras reforma, precarizando así nuestro trabajo y condiciones de vida hasta imponernos una situación sociolaboral miserable e insostenible.

No contento con esto, el estado viene precarizando la educación, destruyendo servicios sociales, expulsando a la gente de sus hogares, y construyendo nuevas fórmulas legales de criminalización de la protesta social…

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Desenmascarando al Sindicato de Estudiantes

 

Comunicado del Sindicato de Enseñanza e Int. Social de CNT-AIT Madrid sobre lo ocurrido en la manifestación del Sindicato de Estudiantes

enseñanzaEn el día de hoy, 27 de marzo, varios/as compañeros/as del Sindicato de Enseñanza en Int. Social de la CNT-AIT Madrid, junto con compañeros/as de Juventudes Libertarias de Madrid y de FAEM mas con otros/as compañeros/as anarquistas, hemos interrumpido el mitin de final de la manifestación del Sindicato de Estudiantes. El objetivo era visibilizar a este sindicato como lo que es: un sindicato vendido y traidor. un sindicato que lleva años desarticulando la lucha estudiantil, convirtiendo el movimiento estudiantil en una escuela de aprendizaje de la política parlamentaria, alzando líderes y dirigentes que decidan por los/as estudiantes. Como anarquistas, no vamos a dejar que nos dirijan ni nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo cómo una panda de politicuchos/as intenta sacar tajada instaurando la paz social para comenzar carrera política en este sistema de miseria. Por que su apariencia de lucha es sólo una forma de intentar engañarnos: son parte del problema, son los que quieren gobernarnos mañana.

Por eso tras su mani paseo, con cánticos y pancartas reformistas, con lemas sexistas y homófobos incluidos, hemos desplegado una pancarta con el lema «Sindicato Traidor. La lucha será horizontal sin dirigentes oportunistas.», pretendiendo impedir un sucio y bien ensayado discurso político, elaborado para adoctrinar y calmar los ánimos pese a los más de 50 detenidos/as en esta huelga. y es lo que hemos querido dejar bien claro: que nos intentan dirigir, que sólo nos han traicionado porque son parte del poder que nos oprime y que por ello son unos traidores al estudiantado. Junto con militantes de CCOO, otro sindicato traidor que lleva más de treinta años vendiendo a la clase obrera al Estado sirviéndole de apaciguador, el Sindicato de Estudiantes ha defendido su modelo vertical, amarillo y jerárquico como nunca se les ha visto defender los intereses de los estudiantes frente a los dirigentes y sus perros policiales. Es obvio en que bando de la guerra social se encuentra cada uno: ellos/as defienden este sistema y quieren el poder, nosotros queremos destruirlo para construir un mundo nuevo, horizontal y libre.

Seguiremos en las calles, luchando sin líderes ni jerarquías, ingobernables contra todo aquel que detente el poder.

Sindicato de Enseñanza e Intervención Social de la CNT-AIT de Madrid.
http://ensemad.cnt.es/

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