¿Debemos los anarquistas apoyar la insurrección catalana?

 

barricada bcn el diario

Barricada en Barcelona / El Diario.es

Grupo Higinio Carrocera
Surgen estos días en medios anarquistas debates sobre la conveniencia o
no de apoyar y alentar la insurrección catalana, originada por la dura e
injusta sentencia contra varios políticos independentistas por parte del
Tribunal Supremo.
Escuchamos opiniones de distinto signo, algo que no nos debe alarmar.
Siempre en nuestra historia hemos debatido ante problemáticas muy
diversas. Por citar algunas: militarización o no; revolución o guerra; apoyo
a los aliados de la I Guerra Mundial o pacifismo. Violencia o no violencia,
comunismo o colectivismo…


Ello es debido a que el pensamiento anarquista, aunque parte de unas
bases ideológicas y estratégicas básicas (antiestatismo, anticapitalismo,
federalismo, apoyo mutuo, antiautoritarismo, autogestión…), no es un
programa cerrado, y se enriquece en la confrontación de posturas.
Creemos que es necesario contribuir a la reflexión sobre este conflicto y
entendemos que, tanto los que defienden la no participación en las
acciones en la calle como los que creen que hay que apoyar al pueblo
catalán en su lucha, tienen sus legítimas razones.
Hay una postura que defiende la necesidad de que los anarquistas
alentemos y colaboremos en cualquier tipo de insurrección. En este caso,
aunque el detonante tiene relación con las aspiraciones de una parte de la
población catalana a crear un Estado independiente, sus defensores
afirman que en este caso la lucha está en la calle y el pueblo se está
enfrentando a un Estado, el español e incluso al catalán, al defenderse de
la violencia de los cuerpos represivos, mossos y policías. Además
consideran que la lucha es justa, dado que la sentencia del Supremo aplica
unas penas desproporcionadas de cárcel contra varios independentistas
que, en algunos casos, tan solo se expresaron públicamente por la
desobediencia civil y la creación de una república catalana.
A ello hay que sumar que algunos apartados de la sentencia del Supremo
sientan un peligroso precedente para criminalizar la disidencia y la libertad
de expresión, tal como han reconocido numerosos especialistas en
derecho.
Otra `postura dentro del este debate entiende que para nada debemos
apoyar una lucha cuyo objetivo final es la separación de un Estado para
construir otro, con sus instituciones y su monopolio de la violencia, con
sus impuestos, sus jueces y sus capitalistas locales. Consideran los
partidarios de la no intervención en el conflicto catalán que arrimar el
hombro en estas barricadas conllevará que, los que estén en la primera
línea llevarán la peor parte (cárcel, multas) y que, a la postre, la
insurrección será aprovechada por la burguesía catalana para su propio
beneficio, convirtiendo a los “radicales” en carne de cañón una vez
consigan sus objetivos.
No les falta razón y hay antecedentes históricos que lo sostienen (véase la
Revolución Francesa, la Comuna de París, La Revolución Española, la
ucraniana de Makjnó…)
A nuestro juicio debemos respetar tanto unas como otras posturas. Los
anarquistas, nuestros grupos y organizaciones nos hemos caracterizado
siempre por nuestra autonomía, que es la base de la libertad a la que
aspiramos. Hemos de respetar a los que honestamente acuden a la lucha,
aunque inicialmente esté alentada por intereses diferentes y hasta
contrarios a los de los antiautoritarios, pero también comprendemos a
aquellos a los que les chirría arriesgar su integridad física para una causa
que luego solo beneficiará a los defensores del Estado y del capital
(aunque este sea catalán)
Partiendo de este respeto, nos postulamos no obstante favorables, en el
actual estado cosas (en donde la represión policial y estatal está llegando
a altas cotas), a apoyar al pueblo catalán que ha decidido desobedecer
tanto al Estado español como a la disciplina de los partidos y
organizaciones catalanistas y sus estrategias.
Hay que tener en cuenta que las actuales circunstancias de lucha
insurreccional se escapan ya del control de los independentistas. Es ya una
lucha del pueblo contra la opresión y la represión, una lucha que, de
seguir intensificándose podría derivar hacia objetivos revolucionarios y de
desestabilización del sistema estatista y capitalista (español y catalán).
Malatesta nos ayuda un poco a tomar postura, pues este tipo de
situaciones ya se han experimentado desde el surgimiento del
anarquismo. Así, consideraba que el deber de los anarquistas es siempre
estar en medio del pueblo en rebelión, aunque sus aspiraciones sean
limitadas. En este sentido el teórico italiano entiende que para que los
anarquistas participen en la insurrección, es suficiente que ésta se haga
contra los dominadores y tenga un carácter cualquiera de reivindicación
política o económica en interés del pueblo, por pequeña que pueda ser.
No han sido pocas las ocasiones en la historia en las que muchos
anarquistas, entre ellos Bakunin, participaran en insurrecciones no
estrictamente anarquistas pero que llevaban en ellas el espíritu de
rebelión contra un opresor. En el caso del Estado contra Cataluña es claro,
y por eso, creemos que es bueno apoyar la insurrección catalana. Sirve
además de gimnasia revolucionaria para un futuro, cuando, si llega a
existir esa república catalana, los dirigentes catalanistas manden a sus
sabuesos contra los trabajadores y los explotados.

3 pensamientos en “¿Debemos los anarquistas apoyar la insurrección catalana?

  1. Pingback: Devemos as anarquistas apoiar a insurreçom catalã? x Grupo Higinio Carrocera | ogajeironagavea

  2. Apoyar y defender la existencia de cualquier Estado sobre la faz de la tierra, no es de anarquistas, es de reformistas, de nacionalistas, de traidores a la anarquía.

  3. No debemos apoyar el nacionalismo catalán, somos anarquistas y luchamos por la abolición de todos los Estados, incluyendo el de Catalunia. No podemos borrar con el codo lo que hemos escrito con la mano «Si no aspiramos al poder ni al repodrido Estado, por qué deberíamos apoyar a quienes aspiran a esa grandísima mierda»…

Deja un comentario